Esto no es solo fotografía.Es forma de mirar.
No hace falta verlo todo para sentirlo todo.
Hay fotografías que no necesitan mostrar rostros, ni paisajes, ni sonrisas.
Basta una línea.
Un gesto.
Un trazo de luz.
Esta es una de ellas.
El vestido subiendo una escalera.
Una mano que lo sostiene con delicadeza.
Un instante que podría pasar desapercibido.
Pero que, en silencio, cuenta una historia entera.
No hay artificios.
No hay escenografía.
Solo luz, sombra y emoción contenida.
Y eso, a veces,
es lo más cinematográfico que existe.
Porque no solo buscamos hacer fotos espectaculares.
También buscamos que lo cotidiano
se vuelva extraordinario cuando lo miras bien.
Cada imagen que entregamos
quiere tener algo de eso:
una verdad escondida,
un susurro,
una emoción que no necesita palabras.
𝐄𝐬𝐭𝐨 𝐧𝐨 𝐞𝐬 𝐬𝐨𝐥𝐨 𝐟𝐨𝐭𝐨𝐠𝐫𝐚𝐟í𝐚.
𝐄𝐬 𝐟𝐨𝐫𝐦𝐚 𝐝𝐞 𝐦𝐢𝐫𝐚𝐫.
De estar cerca sin invadir.
De contar sin interrumpir.
Y de recordarnos que,
a veces,
el momento más íntimo
es también el más poderoso.
Carles Figuerola